COMPASIÓN
Al ver a las
multitudes, tuvo compasión de ellas,
porque estaban agobiadas y desamparadas, como ovejas sin pastor. Mateo 9:36
Cuando Jesús
desembarcó y vio a tanta gente, tuvo compasión de ellos y sanó a los que
estaban enfermos. Mateo 14:14
Jesús se
compadeció de ellos y les tocó los ojos. Al instante recobraron la vista y lo
siguieron. Mateo 20:34
Tiene que ver con el ejemplo de la obra de Jesucristo caracterizado
por una profunda comprensión y preocupación por la
condición del ser humano, la compasión se
constituye entonces en parámetro de: Actitud – Conducta - Acción.
Definición: del vocablo griego (sympatheia), que
significa "sufrir juntos"
Consiste en percibir la angustia ajena y hacerla nuestra. No para asumir una responsabilidad individual, al compartir el
sufrimiento se comparte también la responsabilidad para la solución, es decir
la Compasión va de la mano con la CORRESPONSABILIDAD.
Se llama compasión también
a la capacidad de sentirse próximo al dolor y necesidad de los demás acompañado
de la voluntad de ayudar a aliviar su situación. Es la preocupación respecto a
alguien que me mueve a ser solidario.
Explicación acerca de
la Compasión en la parábola del buen samaritano:
Lucas 10: 30-37
Lucas 10: 30-37
1. “30 Jesús respondió: —Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó
en manos de unos ladrones. Le quitaron la ropa, lo golpearon y se fueron,
dejándolo medio muerto.”
La persona que fue atacada representa a aquellos vulnerados, en pobreza
en todas sus dimensiones y necesidad.
La Premisa: “Algunos no tienen pero le quitan a los tienen” otros
tienen pero quieren tener más y más sin importar como lograrlo.
2.
“31Resulta que viajaba por el mismo camino un sacerdote quien, al
verlo, se desvió y siguió de largo. 32 Así también llegó a aquel lugar un levita, y al verlo, se desvió y siguió de largo.”
Esto nos muestra la indiferencia, indolencia y apatía. Ellos
seguro habían estudiado acerca del amor, eran religiosos pero no eran movidos
por la Compasión. La premisa “Algunos tienen pero no dan”.
3.
“33 Pero un samaritano que iba de viaje llegó a donde estaba el hombre
y, viéndolo, se compadeció de él. 34 Se acercó, le curó las heridas
con vino y aceite, y se las vendó.
Luego lo montó sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un alojamiento y lo cuidó. 35 Al día siguiente, sacó dos monedas de plata[f] y se las dio al dueño del alojamiento. "Cuídemelo —le dijo—, y lo que gaste usted de más, se lo pagaré
cuando yo vuelva." 36 ¿Cuál de estos tres piensas que demostró ser el prójimo del que
cayó en manos de los ladrones?
37 —El que se compadeció de él
—contestó el experto en la ley.
—Anda entonces y haz tú lo mismo —concluyó Jesús.”
El Samaritano dirigía su
vida con base en el principio de la Compasión. La premisa: “Algunos dan
de lo que tienen”
La necesidad, dolor y
sufrimiento en Colombia, en las regiones, en las comunidades, en las familias e
individuos nos mueve a hacer algo por ellas.
Somos instrumentos en las manos del creador para llevar
las buenas nuevas de salvación, de manera que nuestro prójimo recupere su
identidad, guiándole a descubrir el propósito de Dios, practicando a su vez la
humildad, al ser conscientes de nuestra propia debilidad y la inmensa compasión
que Dios ha mostrado para con nosotros.
La religión pura y verdadera a los ojos de Dios
Padre consiste en ocuparse de los huérfanos y de las viudas en sus aflicciones,
y no dejar que el mundo te corrompa.
Santiago 1:27
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