PROPÓSITO Nº 4 Rick Warren
FUISTE FORMADO PARA SERVIR A
DIOS
¿Qué somos?... Nada más que
servidores por medio
de los cuales ustedes llegaron a
creer, según lo que
el Señor le asignó a cada uno.
Yo sembré, Apolos regó,
pero Dios ha dado el
crecimiento.
1º Corintios 3:5-6 (PAR)
29 Acepta tu asignación
Porque somos hechura de Dios,
creados en Cristo Jesús
para buenas obras, las cuales
dios dispuso de antemano
a fin de que las pongamos en
práctica.
Efesios 2:10 (NVI)
Yo te he glorificado en la
tierra, y he llevado
a cabo la obra que me encomendaste.
Juan 17:4 (NVI)
Fuiste puesto en la tierra para
aportar algo.
No
fuiste creado sólo para consumir sus recursos, para comer, respirar y ocupar
espacio. Dios te diseñó para que hicieras una diferencia con tu vida. Hay
muchos libros que ofrecen consejo en cuanto a cómo obtener una mejor
calidad de vida, que por cierto no es la razón por la que Dios te hizo. Fuiste
creado para añadir vida a la tierra, no para quitársela. Dios quiere que
le des algo a cambio. Este es el cuarto propósito de Dios para tu vida, lo que
llamamos tu “ministerio” o servicio. La Biblia nos da los detalles.
Creados
para servir a Dios.
La Biblia dice:”Dios nos creó para una vida de obras buenas, las cuales ha
preparado para nosotros”.1 Esas “buenas obras” son tu servicio.
Siempre que sirves a otros de cualquier manera, verdaderamente estás sirviendo
a Dios2 y cumpliendo uno de tus propósitos. En los dos capítulos
siguientes verás cómo Dios te ha formado para este propósito.
Lo que
dios le dijo a Jeremías también es válido para ti: “Antes de formarte en el
vientre, ya te había elegido; antes de que nacieras, ya te había apartado”.3
Fuiste puesto en este planeta para cumplir una asignación especial.
Salvado
para servir a Dios.
La Biblia afirma: “Él es quién nos salvó y escogió para su obra santa, no
porque lo merecíamos sino porque estaba en su plan”.4 Dios te
redimió para que hicieras su “obra santa”. Tú no eres salvo por buenas obras,
sino para buenas obras. En el reino de Dios, tienes un lugar, un
propósito, un rol y una función a cumplir. Esto le da a tu vida un gran
significado y valor.
Costó
la propia vida de Jesús comprar tu salvación. La Biblia nos recuerda que fuimos
“comprados por un precio”.5 No servimos a Dios por miedo, por
culpa o por obligación, sino con gozo y profunda gratitud por lo que ha hecho
por nosotros.
A Él
debemos nuestras vidas. Gracias a su salvación nuestro pasado ha sido
perdonado, nuestro presente tiene significado y nuestro futuro está asegurado.
A la luz de esos beneficios increíbles, Pablo concluyó: “Tomando en cuenta
la misericordia de Dios... ofrezcan sus vidas como sacrificio vivo, dedicado a
su servicio”.6
El apóstol Juan enseñó que nuestro servicio a otros en amor muestra
que verdaderamente fuimos salvados. Él dijo: “Nosotros sabemos que hemos pasado
de la muerte a la vida porque amamos a nuestros hermanos”.7 Si
no amo a los demás ni deseo servirles, y si sólo estoy concentrado en mis
necesidades; debería preguntarme si Cristo está realmente en mi vida. Un
corazón salvado es uno que quiere servir.
Otro
término para el servicio de Dios, mal interpretado por la mayoría de las
personas, es la palabra ministerio. Cuando la mayoría de las personas la
escuchan, piensan en pastores, sacerdotes y clérigos profesionales, pero Dios
dice que cada miembro de su familia es un ministro. En su Palabra, los vocablos
servidor y ministro son sinónimos, igual que servicio y ministerio.
Si eres cristiano, eres un ministro y cuando estás sirviendo, estás
ministrando.
Cuando la suegra de Pedro enfermó y fue
sanada por el Señor, instantáneamente “se levantó y comenzó a servirle”,8
aplicando la recepción del don de la salud. Esto es lo que nosotros debemos
hacer. Fuimos sanados para ayudar a otros. Fuimos bendecidos para ser de
bendición. Fuimos salvados para servir, no para sentarnos y esperar el cielo.
¿Alguna vez te has preguntado por qué Dios no
nos llevó de inmediato al cielo en el momento que aceptamos su gracia? ¿Por qué
nos deja en un mundo caído? Él nos puso aquí para cumplir con sus propósitos.
Una vez que has sido salvado, Dios intenta usarte en sus planes. Él te tiene un
ministerio en su iglesia y una misión en el mundo.
Llamado para servir a Dios. A medida que crecías, pudiste
haber pensado que ser “llamado” por Dios era algo para misioneros, pastores,
monjas y otros trabajadores de “tiempo completo”; pero la Biblia dice que cada
cristiano es llamado a servir.9 Tu llamado a la salvación incluye el
llamamiento a servir. Ambos son lo mismo. Cualquiera que sea tu trabajo o
carrera, estás llamado al servicio cristiano a tiempo completo. Un “cristiano que no sirve” por definición es
una contradicción.
La Biblia dice: “Él nos salvó y nos llamó
a ser su pueblo, no por lo que hemos hecho sino según su propósito”.10
Pedro añade: “Fueron escogidos para hablar de las excelentes cualidades de
Dios, quien los llamó.11 En el momento en que usas las
habilidades que Dios te dio para ayudar a otros, estás cumpliendo con tu
llamado.
La Biblia afirma: “Ahora perteneces a
Él... de manera que puedas ser usado para el servicio de Dios”.12 ¿Cuánto
de tu tiempo estás usando en servir a Dios? En algunas iglesias en China, a los
nuevos creyentes les dan la bienvenida diciendo: “Jesús ahora tiene un nuevo
par de ojos para ver, nuevos oídos para escuchar, nuevas manos para ayudar y un
nuevo corazón para amar a otros”.
Una de las razones por las que necesitas
integrarte a la familia de la iglesia es para cumplir de forma práctica con tu
llamado a servir a otros creyentes, todo es importante. La Escritura indica: “Todos
ustedes juntos son el cuerpo de Cristo, y cada uno de ustedes es una parte
necesaria y separada de éste”.13
Tu servicio se necesita con desesperación en el cuerpo de Cristo;
pregunta en cualquier iglesia local. Cada uno de nosotros tenemos un papel a
desempeñar; cada papel es importante. En ningún sentido hay servicio pequeño
para Dios.
Tampoco hay ministerios insignificantes en la
iglesia. Algunos son visibles y otros se desarrollan detrás del escenario, pero
todos son valiosos. Los ministerios, pequeños o escondidos, a veces hacen una
inmensa diferencia. En mi hogar, la luz más importante no es la del gran
candelabro que está en el comedor, sino la de la pequeña lamparita de noche que
impide que me golpee el dedo del pie cuando me levanto en la noche. No hay
correlación entre tamaño e importancia. En asuntos del ministerio, todos
dependemos unos de otros.
¿qué pasa cuando una parte del cuerpo falla?
Te enfermas. El resto de tu cuerpo sufre. Imagínate si tu hígado decidiera
comenzar a vivir por sí mismo: “¡Estoy cansado! ¡No quiero servir más a este
cuerpo! Quiero un año de descanso; que sólo me alimenten. ¡Tengo que hacer lo
mejor para mi! Deja que otro tome mi lugar. ¿Qué podría pasar? Tu cuerpo podría
morir. Hoy miles de iglesias locales están muriendo porque los cristianos se rehúsan
a servir. Se sientan como espectadores, mientras el cuerpo sufre.
Se
te manda servir a Dios. Jesús fue inerrable:”Tu actitud debe ser igual a la mía, porque
yo, el Mesías, no vine a ser servido sino a servir y a dar mi vida”.14
Para los cristianos, el servicio no es opcional, sino algo que debe estar
arraigado en nuestros horarios si escatimamos el tiempo. Es el corazón de la
vida cristiana. Jesús vino “a servir” y “a dar”, y esos dos verbos también
pueden definir tu vida en la tierra. Servir y dar, en resumen, son el cuarto
propósito de Dios para tu vida. La Madre Teresa dijo una vez: “Vivir en
santidad es hacer la obra de Dios con una sonrisa”.
Jesús
enseñó que la madurez espiritual nunca es un fin en sí mismo. ¡La madurez es
para ministrar! Maduramos para dar. No es suficiente seguir aprendiendo más y
más. Debemos poner en acción lo que conocemos y poner en práctica lo que
proclamamos creer. Impresión sin expresión causa depresión. El estudio sin
servicio conlleva a un estancamiento espiritual. La antigua comparación entre
el mar de Galilea y el Mar Muerto aún es cierta. Galilea es un lago lleno de
vida que recibe agua pero también da. En contraste, nada vive en el mar Muerto,
porque no tiene salida de agua, está estancado.
Lo último
que muchos creyentes necesitan es otro estudio bíblico más. Ya saben más de lo
que ponen en práctica. Lo que necesitan son experiencias sirviendo en lo
que puedan ejercitar sus músculos espirituales.
El
servicio es lo opuesto a nuestra inclinación natural. La mayoría del tiempo nos
interesamos más en que “nos sirvan” que servir. Decimos: “Estoy buscando
una iglesia que supla mis necesidades y me sea de bendición”, en vez de decir:
“busco un lugar para servir y ser de bendición”. Esperamos que otros nos
sirvan, no al contrario. Pero en cuanto maduramos en Cristo, el foco de
nuestras vidas debe cambiar cada vez más para vivir sirviendo. El seguidor
maduro de Jesús se para y pregunta: “¿Quién va a suplir mis
necesidades?” y vuelve a pregunta: “¿Qué necesidades puedo satisfacer?” ¿Te has
hecho esa pregunta?
CÓMO PREPARARSE PARA
LA ETERNIDAD
Al
final de tu vida en la tierra te presentarás delante de Dios, y Él evaluará
cuán bien les serviste a otros con tu vida.
La
Biblia afirma: “Cada uno de nosotros tendrá que dar cuenta personalmente a
Dios”.15 Medita en las implicaciones de esto. Un día dios
comparará cuánto tiempo y energía gastamos en nosotros mismos comparado con lo
que invertimos en servir a otros.
A esa
altura, todas nuestras excusas egocéntricas sonarán vacías: “Estaba muy
ocupado” o “Tenía mis propias metas” o “Estaba preocupado con el trabajo, con
la diversión o preparándome para la jubilación”. Para todas esas excusas Dios
responderá: “Lo siento, respuesta equivocada”. Yo te hice, te salvé, te llamé y
te mandé a vivir una vida de servicio. ¿Qué parte no entendiste?” La
Biblia advierte a los no creyentes: “Él derramará su furia y su ira en
aquellos que viven para sí mismos”,16 pero para los cristianos
esto significará una pérdida de recompensas eternas.
Sólo
estamos completamente vivos cuando ayudamos a otros. Jesús dijo: “Si insistes
en salvar tu vida, la perderás. Sólo aquellos que dan sus vidas por mi causa y
por la causa de las buenas nuevas siempre conocerán lo que esto significa en la
vida realmente”.17 Esta verdad es tan importante que se repite cinco
veces en los Evangelios. Si no estás sirviendo, sólo estás existiendo; porque
la vida se creó para ministrar. Dios quiere que aprendas a amar y servir a
otros con abnegación.
SERVICIO Y SIGNIFICADO
Vas a
dar tu vida por algo. ¿Será por una carrera profesional, por un deporte, un
entretenimiento, fama o riquezas? Nada de eso tiene importancia duradera. El
servicio es el camino a la significación real. Es a través del ministerio que
descubrimos el significado de nuestras vidas. La Biblia afirma: “Cada uno de
nosotros encuentra su función y significado como parte de su cuerpo”.18
Es en el servicio unido a la familia de Dios, que nuestras vidas cobran
relevancia eterna. Pablo dice: “Quiero que pienses en cómo todo esto te hace
más significativo, no menos... porque tú eres una parte”.19
Dios
quiere usarte para marcar una diferencia en su mundo. Él quiere trabajar a
través de ti. No importa la duración de tu vida sino la donación
de la misma. No cuánto tiempo viviste, sino cómo lo hiciste.
Si no
estás involucrado en ningún servicio o ministerio, ¿qué excusa has estado
usando? Abraham era viejo, Jacob inseguro, Lea sin atractivo, José fue abusado,
Moisés tartamudeaba, Gedeón era pobre, Sansón codependiente, Rahab una inmoral,
David tuvo una amante y todo tipo de problemas familiares, Jeremías estaba
deprimido, Jonás era rebelde, Noemí una viuda, Juan el Bautista un excéntrico,
Pedro impulsivo, Marta preocupada por todo, la samaritana fracasada en varios
matrimonios, Zacarías era impopular, Tomás tuvo dudas, Pablo tuvo una salud
pobre y Timoteo era tímido. Esta es efectivamente una variedad de individuos
que no se adaptan muy bien al ambiente, pero dios los usó a cada uno de ellos
para su servicio. También te usará a ti, si dejas de dar excusas.
PENSANDO EN MI PROPÓSITO
Punto de reflexión: El servicio no es opcional.
Versículo para recordar: “Porque somos hechura de Dios, creados
en Cristo Jesús para
buenas
obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de
que
las pongamos en práctica”.
Efesios 2:10 (NVI).
Pregunta para considerar: ¿Qué es lo que me impide aceptar el llamado
de Dios para
servirle?
Cual es su acción puntual para mejorar?
Cual es su acción puntual para mejorar?
Notas
1. Efesios 2: 10b (TEV).
2. Colosenses 3: 23-24; Mateo 25: 34-45; Efesios 6: 7.
3. Jeremías 1: 5 (NCV).
4. 2 Timoteo 1: 9 (LB).
5. 1 Corintios 6: 20 (CEV).
6. Romanos 12: 1 (TEV).
7. 1 Juan 3: 14 (CEV).
8. Mateo 8: 15 (NCV).
9. Efesios 4: 4-14; ver también Romanos 1: 6-7; 8: 28-30; 1 Corintios
1: 2, 9, 26; 7: 17; Filipenses 3: 14; 1 Pedro 2: 9; 2 Pedro 1:
3.
10. 2 Timoteo 1: 9 (TEV).
11. 1 Pedro 2: 9 (GWT).
12. Romanos 7: 4 (TEV).
13. 1 Corintios 12: 27 (NLT).
14. Mateo 20: 28 (LB).
15. Romanos 14: 12 (NLT).
16. Romanos 2: 8 (NLT).
17. Marcos 8: 35 (LB); ver también Mateo 10: 39; 16: 25; Lucas 9:
24; 17: 33.
18. Romanos 12: 5 (Msg).
19. 1 Corintios 12: 14a, 19 (Msg).
Mil gracias, excelente reflexión.... Podrían por favor compartir las citas de los versos de apoyo? Bendiciones!!
ResponderEliminarGracias, ya está ajustado Bendiciones.
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