DESAFÍO DEL AMOR DÍA 19: EL AMOR ES
IMPOSIBLE
Amémonos unos a
otros, porque el amor es de Dios, y todo el que ama es nacido de Dios y conoce
a Dios (1 Juan 4:7)
El desafío del amor comienza con un secreto. Y aunque ha sido
un elemento tácito cada día, es probable que hayas ido acumulando más y más
sospechas.
Ahora que llegaste hasta aquí, se trata de un secreto que
estás descubriendo solo, aunque no sepas cómo expresarlo exactamente. El
secreto es el siguiente: Tu corazón no puede fabricar el amor incondicional (o
amor ágape). Es imposible. Excede tus capacidades. Excede todas nuestras
capacidades. Quizá hayas demostrado ternura y generosidad de alguna manera, y tal
vez hayas aprendido a ser más considerado. Sin embargo, amar a alguien en forma
desinteresada e incondicional es otra cosa. Entonces, ¿cómo puedes hacerlo? Te
guste o no, el amor ágape no es algo que puedes hacer.
Es algo que solo Dios puede nacer. Y es gracias a su gran
amor por ti (y a su amor por tu cónyuge), que El elige expresar ese amor a
través de ti. Aun así, quizá no lo creas. Tal vez estés convencido de que si te
esfuerzas y te comprometes lo suficiente, puedes obtener de tu corazón el amor
incondicional, perdurable y sacrificial. Quieres creer que está en ti. ¿Pero
cuántas veces tu amor no ha podido evitar que mientas, que codicies, que
reacciones en forma exagerada, que pienses mal de la persona a la que
prometiste delante de Dios que amarías durante el resto de tu vida? ¿Cuántas
veces tu amor ha sido incapaz de controlar tu enojo? ¿Cuántas veces te ha
motivado a perdonar o ha traído un final pacífico a una pelea?
Esta incapacidad es la que pone de manifiesto la condición
pecaminosa de la humanidad. Ninguno de nosotros ha alcanzado los mandamientos
de Dios (Romanos 3:23). Todos hemos demostrado egoísmo, odio y orgullo. Y a
menos que haya algo que nos limpie de estos atributos impíos, seremos
declarados culpables ante Dios (Romanos 6:23). Por eso, si no estás a cuentas
con Dios, no puedes amar de verdad a tu cónyuge porque Él es la fuente de ese
amor. No puedes dar lo que no tienes. No puedes invocar reservas ni recursos
interiores que no existen. Así como no puedes regalar un millón de dólares si
no los tienes, no puedes dar más amor del que posees. Puedes intentarlo, pero
fracasarás. Así que, en concreto: el amor que puede soportar todas las
presiones está fuera de tu alcance, mientras busques encontrarlo dentro de ti
mismo. Necesitas que alguien te dé esa clase de amor. "El amor es de
Dios" (1 Juan 4:7). Y solo los que le han permitido a Dios que entre a su
corazón por medio de la fe en su hijo, Jesús (solo los que han recibido el
Espíritu de Cristo al creer en su muerte y su resurrección) pueden aprovechar
el verdadero poder del amor. Jesús dijo: "Separados de mí nada podéis
hacer" (Juan 15:5). Y también dijo: "Si permanecéis en mí, y mis
palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y os será hecho"
(Juan 15:7)- Por medio de Cristo, Dios ha prometido habitar en tu corazón a
través de la fe para que conozcas "ese amor que sobrepasa nuestro
conocimiento, para que de la plenitud de Dios" (Efesios 3:19, RVR1995).
Cuando te rindes a Cristo, su poder puede obrar a través de
ti. aún en tu mejor momento, no estás a la altura de los principios de Dios.
Sin embargo, Él "es poderoso para hacer todo mucho más abundantemente de
lo que pedimos o entendemos, según el poder que obra en nosotros" (Efesios 3:20). De esa manera
puedes amar a tu cónyuge. Así que este secreto inquietante (por más frustrante
que parezca) tiene un final feliz para los que dejen de resistir y reciban el
amor que Dios tiene para ellos. Esto significa que el amor que ha
"derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos fue
dado" (Romanos 5:5) está siempre a nuestro alcance, cada vez que elegimos
someternos a él. Sencillamente, no podrás hacerlo sin Dios. Quizá nunca le
entregaste tu corazón a Cristo, pero hoy sientes que te atrae hacia Él. Tal vez,
por primera vez te des cuenta de que tú también has quebrantado los
mandamientos de Dios, y que tú culpa impedirá que lo conozcas. Sin embargo, las
Escrituras dicen que si te arrepientes y te alejas de tu pecado al volverte a
Dios, Él está dispuesto a perdonarte gracias al sacrificio que hizo su Hijo en
la cruz. Él te está buscando, no para esclavizarte sino para liberarte, para
que puedas recibir su amor y su perdón. Luego, podrás comunicárselo a la
persona que fuiste llamado a amar. Quizá, ya seas creyente, pero admites que te
has alejado de tu comunión con Dios. No lees la Palabra, no oras, quizá ya ni
siquiera vayas a la iglesia. El amor que corría por tus venas se ha ido
reduciendo hasta llegar a la apatía. Lo cierto es que no puedes vivir sin Él y
no puedes amar sin El; pero Dios podría hacer cosas increíbles en tu matrimonio
si depositas en Él tu confianza.
El
desafío de hoy
Vuelve a
mirar los desafíos de los días anteriores. ¿Hubo algunos que te parecieron
imposibles? ¿Has tomado conciencia de la necesidad de que Dios cambie tu
corazón y te dé la capacidad de amar? Pídele que te muestre cómo está tu
relación con él, y reclama la fortaleza y la gracia para resolver tu destino
eterno. __Haz una marca aquí cuando hayas
completado el desafío de hoy. ¿Qué crees que Dios te está diciendo? ¿Sientes
que algo se agita en tu interior? ¿Qué decisión has tomado en respuesta a esto?
Eso es imposible, pero para Dios todo es posible. (Mateo 19:26)
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